COMO CUMPLIR TUS PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO
ESTILO DE VIDA / 27 Dec 2019 / Por: Celeste Hernández
Ya casi arrancamos un nuevo año con muchos propósitos que cumplir ¿cierto? Bajar de peso, dejar de fumar, ir al gimnasio, encontrar trabajo, leer más y ahorrar más dinero, son algunos de los más comunes.
Los propósitos de año nuevo son metas o promesas que las personas hacen durante las fiestas de Año Nuevo para tratar de mejorar de alguna manera el siguiente año. Algunas veces, a muchas personas se les hace difícil mantener y lograr sus propósitos. Aquí hay una lista de cosas que puedes hacer para asegurarte de cumplir las metas que te has propuesto para el año nuevo.
Haz una lluvia de ideas acerca de los cambios y mejoras que quieres hacer.
Puede ser acerca de cualquier cosa, no solo de cosas importantes como dejar de fumar y perder peso, que mucha gente asocia con los propósitos de año nuevo. Escribe algunas notas mientras haces lo siguiente:
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Considera cómo mejorar tu salud. Pregúntate ¿puedo beber más agua, dejar de fumar, dejar de comer comida rápida o frituras, convertirme en un vegetariano o hacer más ejercicios?
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Considera tu relación con los demás. ¿Hay maneras en las que puedas ser un mejor cónyuge, padre, otro miembro de la familia o amigo?
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Considera tu vida de trabajo. Pregúntate ¿puedo ser más exitoso y feliz en el trabajo, ser más organizado o dejar de postergar las cosas?
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Considera maneras de hacer la diferencia. ¿Hay maneras en las que puedas hacer la diferencia en el mundo por medio del activismo, la concientización o promoviendo una causa?
Escoge una o dos metas grandes que sean alcanzables.
Repasa tus notas y determina qué puntos son los más importantes para ti. No te demores mucho al escoger. A menudo, las cosas que resaltan de inmediato son las que tienen más significado para ti de manera personal.
Crea “sistemas”.
Los sistemas son formas de llevar a cabo metas grandes. Debes descomponer las metas grandes en pequeñas acciones que puedan ejecutarse más fácilmente. Si tus metas grandes son muy vagas, es probable que te confundas y cambies de parecer frecuentemente sobre las maneras de cumplirlas. Este es el objetivo de crear sistemas.
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Por ejemplo: si tu meta es perder 13 kilos (30 libras) el próximo año, puedes proponerte dejar la comida rápida, los refrescos, los bocadillos y las bebidas azucaradas; beber más agua y caminar tres veces a la semana hasta marzo; y luego añadir gradualmente dos días en el gimnasio.
Observa tu lista y reflexiona usando la regla de SMART (por sus siglas en inglés).
Asegúrate de que tu meta sea:
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Específica (o significativa). Esto quiere decir que tus metas incluyen sistemas para lograrlas. Tienes acciones específicas que puedes llevar a cabo para lograr una meta grande.
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Medible. Esto significa que los cambios que ves una vez que la meta se alcanza son evidentes. Te sentirás diferente (mejor), ya que estarás más sano, debido a la mejora en tu vida social y familiar, etc.
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Alcanzable. Esto quiere decir que la meta es realista y que se puede alcanzar. Pensar en objetivos ambiciosos tiene beneficios, pero no debes ser demasiado ambicioso, ya que puedes terminar decepcionado y desanimado al hacer algún cambio y no poder lograr la meta establecida.
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Por ejemplo, si nunca has corrido en tu vida, no te pongas como meta correr una maratón aún. Quizás debas empezar con carreras más cortas (por ejemplo, una de 3 o 5 Km) y subir progresivamente.
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Relevante (o gratificante). Esto quiere decir que hay una necesidad real de la meta. Has estado insatisfecho con un área determinada de tu vida por algún tiempo y tienes una fuerte motivación para desear un cambio.
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Rastreable. Esta palabra se parece a medible, pero quiere decir que puedes evaluar tu progreso durante el proceso. ¿Has hecho un programa y lo sigues? ¿Pierdes peso gradualmente (si esa es tu meta)? ¿Te llevas mejor con tus seres queridos? Y así sucesivamente.
Habla con otros sobre tus metas.
Discute con tus familiares y amigos sobre tus metas y la razón por la que las has establecido. Este paso es muy importante.
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Pide el apoyo de otros en estas metas a lo largo del año. Si es posible, forma un equipo y vayan al gimnasio o compren en una tienda de alimentos saludables juntos. Pídeles que te den su opinión si cedes a la tentación y pides una Coca Cola de dieta en vez de agua u olvidas otra meta en tu lista.
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Las personas que les cuentan a otros sus metas son más propensas a lograrlas, ya sea porque tienen el apoyo adicional que necesitan o porque temen terminar avergonzados si no las logran. Es difícil saber la razón.
Imprime copias de tus propósitos.
Guarda una copia en cada computadora o dispositivo electrónico que tengas, como el teléfono celular y la tableta.
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Envía un correo electrónico con una copia a la dirección de tu trabajo y guárdala en la computadora de tu trabajo.
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Haz una copia más pequeña y mantenla en tu billetera.
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Publica una copia en la parte exterior de tu refrigeradora. Usa un papel brillante para que capte tu atención y no la dejes debajo de cupones e ilustraciones.
Empezar con tus propósitos
Crea un programa.
Incluso más importante que un plazo específico para tus metas es establecer un programa sobre cómo alcanzarás la meta. Algunas metas son cambios de larga duración que continuarán después de haberlas alcanzado.
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Por ejemplo, los sistemas para perder peso y para mejorar tus relaciones no “terminan” necesariamente cuando alcanzas la meta. Pare seguir perdiendo peso, debes mantener el sistema de estilo de vida más saludable que has creado. Para mantener relaciones saludables, tendrás que continuar con las cosas que has empezado a hacer con tus propósitos. Así que considera lo siguiente:
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Si la meta es perder peso, asegúrate de haber investigado una buena cantidad de tiempo para perder una cierta cantidad de peso y anota tu programa de ejercicios y los cambios que harás en tu dieta cada día.
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Si tratas de ser un mejor padre o amigo o ser más exitoso en el trabajo, haz un programa de cuándo y cómo harás cada cosa que esté en tu lista de sistemas.
Empieza a seguir tu plan inmediatamente.
No esperes a sentirte inspirado. Lo mejor que puedes hacer es empezar el 1.° de enero y comenzar a rastrear tu progreso.
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Si tu meta es perder peso, no digas “Empezaré mañana”. Empieza de inmediato. Empezar puede ser la parte más difícil, pero una vez que empieces con la rutina, se volverá más fácil.
Rinde cuentas.
Establece citas para la evaluación con un mentor. Esto te ayuda a mantener el enfoque y a evaluar los métodos para las mejoras.
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Incluso es mejor si buscas a alguien que tenga el mismo propósito. Si tienes un amigo que también trata de perder peso, pónganse en contacto y motívense mutuamente. También puede ayudar si consultas con un doctor o un entrenador acerca de tu progreso.
Recuérdate a ti mismo tus metas.
Cada día en el calendario o en el programa, escribe lo que harás ese día y a qué hora lo harás, y no te olvides de hacerlo sin importar que tan ocupado estés.
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Si tu meta es perder peso, escribe qué comerás y cuándo y cómo te ejercitarás cada semana.
Enfócate en el proceso en vez del final de la meta.
Da un paso a la vez y sé feliz con el progreso. La única manera de llegar a donde quieres ir es dar cada paso pequeño a lo largo del camino, tachando cada paso con orgullo a medida que lo cumplas.
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Piensa en el peso que has perdido o el sentimiento de estar más saludable en vez del hecho de que no has alcanzado aún un número determinado de kilos perdidos. Pronto lo lograrás.
Crea el ambiente para que puedas lograr tus metas.
También es bueno deshacerse de los hábitos que no coincidan con tus metas y no contribuyan a que puedas alcanzarlas.
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Por ejemplo, pon tus zapatillas para correr al lado de la puerta. Coloca frutas y verduras en la parte de adelante del refrigerador. Deshazte de la comida chatarra y no compres más.
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Si algo que haces regularmente por diversión con la familia o con los amigos incluye comer en lugares en los que la mayoría de la comida no es saludable, escoge un lugar diferente que ofrezca comida saludable o no comas fuera y haz alguna otra cosa, como caminar o montar bicicleta.