LA HISTORIA DE NUESTRA AVE NACIONAL, EL QUETZAL
HISTORIA / 26 Nov 2019 / Por: Celeste Hernández
El Quetzal es el ave nacional y símbolo patrio de Guatemala (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
La palabra quetzal es de origen náhuatl. En maya, dicha ave se llama kukul y en quiché, gug o kugug. Fue clasificada por el naturalista mexicano Pablo de la Llave, con los nombres de Trogon resplendes y Pharomachrus mocinno, en honor de José María Mociño, quien le había enviado algunos ejemplares (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
El quetzal pertenece al grupo de los fisirrostros y a la familia de los trogonidas, cuyas características más destacadas son: pico ancho, fuerte, algo curvo, las alas no muy largas y la cola con 12 timoneras, corbeteras, alares y, en algunos géneros, caudales muy prolongadas, formando un bello ornamento: cuello grueso, tarsos cortos, patas pequeñas y plumaje muy lustroso, brillantemente coloreado. Habita en bosques nubosos, se alimenta de frutas y dependiendo de la época del año, migra a grandes altitudes (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
La hembra es menos vistosa, no posee cola larga y su color verde es más apagado, Tiene cresta espesa y de color bronceado, así como pecho verde metálico y vientre rojo.
El quetzal ha estado presente, desde tiempos mitológicos, en las leyendas y tradiciones de Mesoamérica. Se le menciona en el Popol Vuh y en los libros de Chilam Balam. Sus plumas fueron muy apreciadas en el mundo precolombino, y su gran valor comercial hizo de ellas un artículo ornamental de lujo, que se utilizó, inclusive, como moneda de trueque (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Ante la derrota de sus fuerzas, el caudillo quiché enfrentó a Alvarado, mientras un quetzal revoloteaba encima de los contendientes y trataba furiosamente de vaciarle los ojos al conquistador, pues el ave era el naualt -álter ego- o espíritu protector de Tecún Umán (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).
Don Pedro, luego de feroz pelea, atravesó con su lanza el pecho del jefe quiché y, sobre éste, herido de muerte, cayó exánime el quetzal. La leyenda resalta el carácter mágico que los aborígenes concedían a lo que era su ave tutelar. Se dice que el quetzal no puede vivir en cautiverio, por lo que es un símbolo de la libertad patria (Diccionario Histórico Biográfico, 2004).