¡Un paraíso y refugio para animales en peligro de extinción!

TURISMO / 02 Feb 2020 / Por: Andres Alvarez

El Parque Natural Bocas del PolochicEs una zona de tierra, generalmente plana, cuya superficie se inunda de manera permanente o intermitente. Al cubrirse regularmente de agua, el suelo se satura, quedando desprovisto de oxígeno y dando lugar a un ecosistema híbrido entre los puramente acuáticos y los terrestres. La organización de Defensores de la Naturaleza se ha encargado de la administración de dicho humedal desde 1996. Ellos tienen la misión de garantizar la protección y conservación de la reserva. De esta forma, se mantienen los ecosistemas naturales. Así como también favorece la recuperación de especies en peligro de extinción, como el manatí.

Bocas del Polochic es el área con mayor cantidad de manatíes (Trichechus manatus) en el país, también una gran población de monos aulladores (Alouata pigra) y nutrias (Lutra longicaudis). En total, el refugio es hogar de 39 especies de mamíferos (incluyendo las cinco especies de felinos presentes en Guatemala), 138 reptiles y más de 53 especies de peces. Incluyendo los ecosistemas terrestres y acuáticos, Bocas del Polochic cubre un área de 20,760 hectáreas (207.6 km2).

Se conforma por la desembocadura del río Polochic en el Lago de Izabal, el  lago más grande de Guatemala con 130 kilómetros cuadrados. En el área coexisten más de 250 especies de aves y poblaciones importantes de mamíferos, reptiles, anfibios y peces. Forma parte de un corredor biológico entre la Reserva de Biósfera Sierra de las Minas, la finca Río Zarquito y el municipio del Estor, Izabal. El humedal ha sido identificado de gran importancia mundial por la convención internacional de humedales, RAMSAR.

Tambien se puede practicar pesca deportiva y comunitaria en sus aguas tranquilas, generalmente se consigue especies como el sábalo y la mojarra.

El humedal funciona como un filtro que atrapa los nutrientes, sedimentos, contaminación y patógenos provenientes de los ríos Cahabón y Polochic. Como resultado, la contaminación del agua producida por las industrias del valle y de los habitantes (casi un millón de personas) es reducida significativamente antes de desembocar en el Lago de Izabal, el cual desemboca en el río Dulce, para llegar a su destino en el mar Caribe.